jueves, 12 de julio de 2012

Entrevista a Ricardo Forster


MEDIOS DE COMUNICACIÓN

“Estamos Frente a un Conflicto de Interpretación”

Ricardo Forster, filósofo, investigador y profesor de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, destacó que el gobierno de Cristina Fernández es uno de los más democráticos. Además sostuvo que el periodismo de los grandes grupos hegemónicos se muestra ante sus espectadores de una manera más engañosa y solapada que el periodismo que propone 678.

     Entre incontables carteles políticos pegados en las paredes de los pasillos de la Facultad de Sociales y, un tumulto de estudiantes y profesores reunidos con motivo de una fecha electoral, Ricardo Forster hizo una pausa dentro de sus tiempos notablemente agitados y habló sobre los actuales medios de comunicación.

- ¿Cuál es el motivo de que haya tantos intelectuales apoyando al actual gobierno nacional?  
- No creo que haya tantos.
Me parece que a partir del 2003 hubo un proceso de reconstrucción político cultural muy notable en la Argentina que habilitó la posibilidad de recuperación del espacio público. Generó, también, la posibilidad de abrir de nuevo discusiones, debates, de volver a pensar el pasado, pero también el futuro. Se abrió un proceso de politización muy fuerte que se reduplicó a partir del 2008, cuando se desencadenó el conflicto de la 125 y donde algunos percibimos que allí más que un conflicto sectorial tenía que ver con intereses particulares que ponían en entredicho, en gran medida, la legitimidad democrática.
Entonces, creo que allí hay una serie de factores que tiene que ver con, por un lado, la recodificación. También, tiene que ver, con ese discurso del 25 de mayo de Néstor Kirchner, donde pujó de una manera sorprendente aquello que parecía que no se volvía a dar en la Argentina, que implicaba una discusión crítica del pasado, pero también una intencionalidad transformadora respecto al presente y al futuro. A eso hay que agregarle lo que efectivamente fue sucediendo en estos años, donde prácticamente no hubo temas que se hayan dejado de discutir, donde pasamos de polemizar en torno a la renta agraria a la cuestión de los medios de comunicación,  a la del sistema jubilatorio o a la inserción de la Argentina en América Latina.
- ¿Qué opina acerca del periodismo de 678? ¿Es objetivo?
- El periodismo objetivo no existe como concepto. No hay eso que llamamos “objetividad”, no existe un lugar puro, neutro, que sea capaz de retratar el mundo, como si quien retratase el mundo no estuviese involucrado en lo que el mundo es o lo que quisiera que sea.
El programa 678, como otras formas periodísticas, interviene sobre la realidad, la piensa, y construye una política de montaje muy peculiar. Toma una posición, a diferencia de otros periodismos. Dice claramente el lugar desde el cual enuncia y por lo tanto no le hace trampa, desde esa perspectiva, al espectador. No se pone la ropa de la objetividad, la neutralidad, la independencia para después, por supuesto, vender intereses propios y sesgar la interpretación de la realidad. Sino que dice que se coloca en un determinado lugar y a partir de ello trata de mostrar su lectura, su interpretación de la coyuntura política, mediática, etc., en este caso, de la Argentina.
En realidad el periodismo es una manera, siempre, de intención de representar la realidad y que esa representación esta cruzada por intereses, prejuicios, posicionamientos. Por lo tanto, la idea de objetividad, neutralidad o independencia es una construcción absolutamente ficcional.
- ¿Qué opina acerca de lo que dicen Jorge Lanata o Beatriz Sarlo sobre que este tipo de programas, como 678, recortan la información de otros para dejar mal a estos y bien a los que defienden al gobierno?
- Todo lo que aparece en la televisión supone un montaje, no hay nada que en la televisión no atraviese la cuestión del montaje y eso implica una mirada, un punto de vista, una perspectiva. Insisto, 678 a partir de retazos de distintas expresiones, de distintas narrativas que aparecen sobre todo en medios de comunicación hegemónicos o en ciertos referentes de esta comunicación, explicita un modo de ver la realidad. Lo hace desde una política, de una serie de presupuestos y de convicciones. Insisto, no busca ocultar el desde dónde, con qué punto de vista se produce lo que finalmente se muestra. Lo mismo, pero de una manera más solapada, en realidad peor, hacen los grupos hegemónicos y muchos de estos intelectuales que hacen estas críticas a 678: recortan, sesgan, simulan, desvían, para tratar de llevar agua a su propio molino.
En realidad, estamos frente a un conflicto de interpretación, que es siempre un conflicto político, porque lo que se disputa es cuál de estas maneras de relatar la realidad va a tener mayor incidencia sobre la sociedad, la opinión pública. Eso es, siempre, un territorio de conflicto.
- Cristina es peronista, algunos la llegan a comparar con Evita. Mi pregunta en relación a esto: ¿El actual gobierno podría estar buscando hacer con los medios de comunicación algo similar a lo que hizo el gobierno de Perón? Es decir, expropiación y luego concentración para la voz propia, la del apoyo político.
- Es imposible, aunque lo deseara, no se puede hacer por múltiples motivos: políticos, económicos, de derecho, de imagen internacional. Me parece que pocos gobiernos han sido más democráticos en torno a la distribución de la posibilidad de decir lo que se quiera decir, desde el lugar que se lo quiera hacer. Pocos gobiernos han recibido la descarga sistemática y concentrada de los grandes medios de comunicación contra un gobierno como este. Con lo que plantear que el gobierno de Cristina quiere construir una hegemonía mediática me parece una perogrullada, una estupidez. Las condiciones históricas de los ’40 no tienen nada que ver con las condiciones históricas de la Argentina del 2011. La ley de servicios audiovisuales va hacia todo lo contrario, hacia la proliferación, multiplicación, diversificación, democratización de los medios de comunicación. La concentración es lo que hoy sigue dominando la escena comunicacional argentina y es aquello que tiene que ver con la persistencia de lo neoliberal en nuestra vía de comunicación.
- Yendo a las elecciones: ¿Por qué considera que ganó Macri a Filmus con el gran apoyo que tuvo en la ciudad de Buenos Aires y, luego en las internas en el mismo lugar gana Cristina en 13 comunas? 
- Hay que hacer una diferenciación, los votos que saca Cristina en las internas abiertas son prácticamente equivalentes a los votos que saco el Frente para la Victoria, encabezado por Filmus en la elección para jefes de Gobierno: Cristina saca el 30, Filmus el 28, dos puntos de diferencia. No es que algunos votos del macrismo fueron a Cristina, para nada. Lo que se produjo es que el macrismo es un fenómeno local, no es nacional, y gran parte de los votantes del macrismo se fragmentaron: algunos pocos votaron al candidato de Macri que era Pinedo; otros se fueron hacia Duhalde que en realidad salió segundo en la ciudad de Buenos Aires, lo interesante es que una parte del voto, que se dice republicano y democrático de Barrio Norte y Belgrano, haya votado nada más y nada menos que a Duhalde; otros votos se habrán ido a lo que quedaba del ARI, al radicalismo, al Proyecto Sur y una parte muy pequeña se habrá acoplado al Frente para la Victoria. Porque es una ciudad compleja donde su composición social, su mirada muy ombliguista, muchas veces hace que su lógica política no sea equiparable a lo que sucede en el resto del país: Cristina gana con el 30 % en Buenos Aires cuando el promedio en el resto del país es del 60 %.
O sea, eso da para pensar un poco que sucede en una ciudad como Buenos Aires, muy de clase media, muy pagada de si misma, muy forjada en el cuentapropismo moral de los años ’90. Eso es lo que hace que el macrismo exprese mejor a la ciudad de Buenos Aires -por eso saca los votos que saca- que un proyecto que quiere transformar en un sentido más igualitario a la Argentina.   
 

ACTIVA PARTICIPACIÓN
En 2008, luego del paro agropecuario patronal argentino, Forster creó junto a otros intelectuales el Espacio Carta Abierta con el fin de defender de los medios hegemónicos al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.
También se desempeña como periodista. En marzo del 2011 condujo el programa Grandes Pensadores del Siglo XX, un ciclo de 10 capítulos emitido por Canal Encuentro.
Actualmente es miembro del comité de dirección de la revista Pensamiento de los Confines y es  colaborador habitual del diario Página/12.