martes, 17 de septiembre de 2013

Social Media



-¿Qué significó para la comunidad la aparición del Social Media?
La aparición del Social Media significó un cambio en la comunicación y la cultura de la sociedad. La comunicación paso de ser unidireccional (un mensaje transmitido de un emisor a varios receptores) a ser una comunicación interactiva (múltiples emisores) en donde los usuarios comparten y generan información.
 A nivel económico este cambio permitió que las empresas y las personas utilizaran estas herramientas para relacionarse con sus seguidores y generar contenidos con el fin (último y central) de vender.
-¿Crees que es una moda pasajera? ¿Por qué?
Considero que no, que es un hecho que revolucionó la comunicación social y que vino para quedarse. Esto se puede ver en la evolución histórica que tuvieron los Social Media en donde la cantidad de usuarios asciende año tras año (usuarios que cada vez tienen más incorporada esta cultura 2.0 en sus vidas). Además, en donde las empresas saben esto y apuestan sus millones para hacer negocios.
Creo que la economía y sus intereses transformaron el modo de ser y actuar de la sociedad en toda la historia. Hoy muchos de esos intereses están centrados en producir dentro y gracias a los Social Media. Es hacia ese lugar en donde estamos yendo.  
-¿Cómo crees que evolucionará?
Considero que con los años esto se potenciará y entraremos a un nuevo modelo de sociedad. Totalmente distinto al que existió antes de Internet y sus redes sociales. Pienso que el cambio se vera en varios espacios de nuestra sociedad.
-          En lo económico crecerá en proporciones impensadas el trabajo desde el hogar desplazando en gran medida la modalidad del actual trabajo que requiere un desplazo físico de las personas. Las personas se podrán comunicar con compañeros y jefes que vivan o estén en lugares remotos y nunca conocieron, ni conocerán personalmente. (Networking + Globalización)
-          En lo social generará que la gente conozca virtualmente a muchas personas que, mayoritariamente, nunca van a conocer personalmente (despersonalización). Otros podrán conocer el amor de sus vidas. Esto, a muchos les generará problemas para comunicarse cara a cara.
-          En lo educativo aumentará la formación Online, desplazando a la educación presencial.  
-          En lo político los representantes tendrán cada vez más problemas con sus imágenes públicas. Sabrán que no se puede tapar, ni controlar la información difundida dentro de su país. Ya que la comunicación hoy en día tiene millones de generadores de contenido (menos censura). Tendrán que sostener más sus dichos con sus acciones.



jueves, 12 de julio de 2012

Entrevista a Ricardo Forster


MEDIOS DE COMUNICACIÓN

“Estamos Frente a un Conflicto de Interpretación”

Ricardo Forster, filósofo, investigador y profesor de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, destacó que el gobierno de Cristina Fernández es uno de los más democráticos. Además sostuvo que el periodismo de los grandes grupos hegemónicos se muestra ante sus espectadores de una manera más engañosa y solapada que el periodismo que propone 678.

     Entre incontables carteles políticos pegados en las paredes de los pasillos de la Facultad de Sociales y, un tumulto de estudiantes y profesores reunidos con motivo de una fecha electoral, Ricardo Forster hizo una pausa dentro de sus tiempos notablemente agitados y habló sobre los actuales medios de comunicación.

- ¿Cuál es el motivo de que haya tantos intelectuales apoyando al actual gobierno nacional?  
- No creo que haya tantos.
Me parece que a partir del 2003 hubo un proceso de reconstrucción político cultural muy notable en la Argentina que habilitó la posibilidad de recuperación del espacio público. Generó, también, la posibilidad de abrir de nuevo discusiones, debates, de volver a pensar el pasado, pero también el futuro. Se abrió un proceso de politización muy fuerte que se reduplicó a partir del 2008, cuando se desencadenó el conflicto de la 125 y donde algunos percibimos que allí más que un conflicto sectorial tenía que ver con intereses particulares que ponían en entredicho, en gran medida, la legitimidad democrática.
Entonces, creo que allí hay una serie de factores que tiene que ver con, por un lado, la recodificación. También, tiene que ver, con ese discurso del 25 de mayo de Néstor Kirchner, donde pujó de una manera sorprendente aquello que parecía que no se volvía a dar en la Argentina, que implicaba una discusión crítica del pasado, pero también una intencionalidad transformadora respecto al presente y al futuro. A eso hay que agregarle lo que efectivamente fue sucediendo en estos años, donde prácticamente no hubo temas que se hayan dejado de discutir, donde pasamos de polemizar en torno a la renta agraria a la cuestión de los medios de comunicación,  a la del sistema jubilatorio o a la inserción de la Argentina en América Latina.
- ¿Qué opina acerca del periodismo de 678? ¿Es objetivo?
- El periodismo objetivo no existe como concepto. No hay eso que llamamos “objetividad”, no existe un lugar puro, neutro, que sea capaz de retratar el mundo, como si quien retratase el mundo no estuviese involucrado en lo que el mundo es o lo que quisiera que sea.
El programa 678, como otras formas periodísticas, interviene sobre la realidad, la piensa, y construye una política de montaje muy peculiar. Toma una posición, a diferencia de otros periodismos. Dice claramente el lugar desde el cual enuncia y por lo tanto no le hace trampa, desde esa perspectiva, al espectador. No se pone la ropa de la objetividad, la neutralidad, la independencia para después, por supuesto, vender intereses propios y sesgar la interpretación de la realidad. Sino que dice que se coloca en un determinado lugar y a partir de ello trata de mostrar su lectura, su interpretación de la coyuntura política, mediática, etc., en este caso, de la Argentina.
En realidad el periodismo es una manera, siempre, de intención de representar la realidad y que esa representación esta cruzada por intereses, prejuicios, posicionamientos. Por lo tanto, la idea de objetividad, neutralidad o independencia es una construcción absolutamente ficcional.
- ¿Qué opina acerca de lo que dicen Jorge Lanata o Beatriz Sarlo sobre que este tipo de programas, como 678, recortan la información de otros para dejar mal a estos y bien a los que defienden al gobierno?
- Todo lo que aparece en la televisión supone un montaje, no hay nada que en la televisión no atraviese la cuestión del montaje y eso implica una mirada, un punto de vista, una perspectiva. Insisto, 678 a partir de retazos de distintas expresiones, de distintas narrativas que aparecen sobre todo en medios de comunicación hegemónicos o en ciertos referentes de esta comunicación, explicita un modo de ver la realidad. Lo hace desde una política, de una serie de presupuestos y de convicciones. Insisto, no busca ocultar el desde dónde, con qué punto de vista se produce lo que finalmente se muestra. Lo mismo, pero de una manera más solapada, en realidad peor, hacen los grupos hegemónicos y muchos de estos intelectuales que hacen estas críticas a 678: recortan, sesgan, simulan, desvían, para tratar de llevar agua a su propio molino.
En realidad, estamos frente a un conflicto de interpretación, que es siempre un conflicto político, porque lo que se disputa es cuál de estas maneras de relatar la realidad va a tener mayor incidencia sobre la sociedad, la opinión pública. Eso es, siempre, un territorio de conflicto.
- Cristina es peronista, algunos la llegan a comparar con Evita. Mi pregunta en relación a esto: ¿El actual gobierno podría estar buscando hacer con los medios de comunicación algo similar a lo que hizo el gobierno de Perón? Es decir, expropiación y luego concentración para la voz propia, la del apoyo político.
- Es imposible, aunque lo deseara, no se puede hacer por múltiples motivos: políticos, económicos, de derecho, de imagen internacional. Me parece que pocos gobiernos han sido más democráticos en torno a la distribución de la posibilidad de decir lo que se quiera decir, desde el lugar que se lo quiera hacer. Pocos gobiernos han recibido la descarga sistemática y concentrada de los grandes medios de comunicación contra un gobierno como este. Con lo que plantear que el gobierno de Cristina quiere construir una hegemonía mediática me parece una perogrullada, una estupidez. Las condiciones históricas de los ’40 no tienen nada que ver con las condiciones históricas de la Argentina del 2011. La ley de servicios audiovisuales va hacia todo lo contrario, hacia la proliferación, multiplicación, diversificación, democratización de los medios de comunicación. La concentración es lo que hoy sigue dominando la escena comunicacional argentina y es aquello que tiene que ver con la persistencia de lo neoliberal en nuestra vía de comunicación.
- Yendo a las elecciones: ¿Por qué considera que ganó Macri a Filmus con el gran apoyo que tuvo en la ciudad de Buenos Aires y, luego en las internas en el mismo lugar gana Cristina en 13 comunas? 
- Hay que hacer una diferenciación, los votos que saca Cristina en las internas abiertas son prácticamente equivalentes a los votos que saco el Frente para la Victoria, encabezado por Filmus en la elección para jefes de Gobierno: Cristina saca el 30, Filmus el 28, dos puntos de diferencia. No es que algunos votos del macrismo fueron a Cristina, para nada. Lo que se produjo es que el macrismo es un fenómeno local, no es nacional, y gran parte de los votantes del macrismo se fragmentaron: algunos pocos votaron al candidato de Macri que era Pinedo; otros se fueron hacia Duhalde que en realidad salió segundo en la ciudad de Buenos Aires, lo interesante es que una parte del voto, que se dice republicano y democrático de Barrio Norte y Belgrano, haya votado nada más y nada menos que a Duhalde; otros votos se habrán ido a lo que quedaba del ARI, al radicalismo, al Proyecto Sur y una parte muy pequeña se habrá acoplado al Frente para la Victoria. Porque es una ciudad compleja donde su composición social, su mirada muy ombliguista, muchas veces hace que su lógica política no sea equiparable a lo que sucede en el resto del país: Cristina gana con el 30 % en Buenos Aires cuando el promedio en el resto del país es del 60 %.
O sea, eso da para pensar un poco que sucede en una ciudad como Buenos Aires, muy de clase media, muy pagada de si misma, muy forjada en el cuentapropismo moral de los años ’90. Eso es lo que hace que el macrismo exprese mejor a la ciudad de Buenos Aires -por eso saca los votos que saca- que un proyecto que quiere transformar en un sentido más igualitario a la Argentina.   
 

ACTIVA PARTICIPACIÓN
En 2008, luego del paro agropecuario patronal argentino, Forster creó junto a otros intelectuales el Espacio Carta Abierta con el fin de defender de los medios hegemónicos al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.
También se desempeña como periodista. En marzo del 2011 condujo el programa Grandes Pensadores del Siglo XX, un ciclo de 10 capítulos emitido por Canal Encuentro.
Actualmente es miembro del comité de dirección de la revista Pensamiento de los Confines y es  colaborador habitual del diario Página/12.







sábado, 28 de noviembre de 2009

La mirada de los otros/ suicidio


“Es divertido observar que Deleuze y Debord, dos respetados intelectuales de fin de siglo, se suicidaron sin motivos concretos, sólo porque no soportaban la perspectiva de su propia decadencia física. Estos suicidios no despertaron ningún asombro, no provocaron ningún comentario (…) Como rasgo sintomático, también podemos señalar la reacción del público frente a la perspectiva de un atentado terrorista: en la casi totalidad de los casos la gente preferiría morir en el acto antes que verse mutilada, o incluso desfigurada (…) Sobre todo porque nada, ni siquiera la muerte, les parece tan terrible como vivir en un cuerpo menoscabado”.
Houellebecq, Michel; Las partículas elementales; Barcelona, Anagrama, 2003.

La importancia del cuerpo, el miedo a vivir en un cuerpo menoscabado, más que a la muerte se puede relacionar a la importancia de la mirada de los otros como medio de aprobación y de ser aceptado en la sociedad.
Según Elías, Norbert en el proceso de civilización el cuerpo y sus comportamientos se fueron amoldando, cargando de coacciones sociales y auto-coacciones, y de sentimientos de vergüenza. La construcción del yo en ese proceso es a partir de la mirada del otro, el sentido que más se privilegia es el de la vista. El miedo al cuerpo viejo se podría relacionar con el temor al fracaso social, con la presión de la competencia social – en una sociedad en la que los individuos cada vez dependen más del otro para la realización de su propia vida, por la extensa diferenciación de funciones-, la ampliación de la reflexión más allá del presente, la previsión y reflexión sobre la consecuencia de un futuro más decadente, “la lucha contra el propio cuerpo”. También el miedo a ser más viejo podría ser asociado al temor hacia la falta de afectos y reconocimiento de los otros, un miedo que quizás puede llegar al extremo de no poder encontrar sentido y valor a la vida: el pensar que con correr del tiempo uno se va transformando en lo que para los otros es un marginado, en un ser cada vez menos competente y desagradable… quizás es lo que hizo que, en este caso, dos respetados intelectuales decidan suicidarse. Según Elías la competencia en la clase media y superior hace que “la justificación de su vida sea su profesión y su elevada posición social…”
Entonces, en base a Elías, el suicidio podría ser pensado como producto de la lucha entre lo social y lo individual, entre la coacción externa y el fortalecimiento de miedos internos –“miedo producido por la mirada y por el super-yo”-. El suicidio como una especie de querer liberarse de la amenaza del dolor, del descenso, la superación de otros y la supeditación ante los ojos de los demás.
También se puede relacionar a Michel Foucoult, ya que según él la sociedad moderna o estatal es organizada a través de la mirada. Toma el modelo del panóptico para explicar la sociedad moderna -la mirada del otro que no deja ser visto-. Los seres humanos viven en una vigilancia cotidiana (poder) a través de diversas instituciones -“de secuestro”- que se encargan de modelar, ejercitar y formar cuerpos dóciles (saber), sin dejar casi lugar a la ociosidad… ya sea desde la familia, la escuela, la fábrica, el hospital. “Las instituciones tienen la curiosa propiedad de contemplar el control, la responsabilidad, sobre la totalidad o la casi totalidad del tiempo de los individuos”. El tiempo y el cuerpo del hombre se ajustan al aparato de producción, la vida es totalmente administrada y considerada útil en cuanto es productiva. Por ende, el suicidio podría ser pensado como una manera individual de liberarse de las instituciones de encierro, del poder, la vigilancia y control… de la sociedad como cárcel.

domingo, 25 de octubre de 2009

Julio del 2009, Capital Federal


Las elecciones se acercaron de la mano de una nueva enfermedad mundial. Dos temas se hacían protagonistas, por un lado se escuchaban las promesas políticas a futuro y por el otro la incertidumbre causada por una enfermedad desconocida que emergía entre el pánico de la gente.
Ese día me dirigí hacia la unidad policial con el objetivo de denunciar que no iba a poder votar por razones de distancia. En el trayecto, a bordo del colectivo 65, las personas se trasladaban inmóviles, con sus rostros tiesos y sus bocas apretadas, parecían buscar el mínimo contacto con su exterior. Todos se miraban, unos a otros, como haciendo chequeos médicos con la mirada. Alguno que otro aparecía con una bufanda que le tapaba la mitad de su rostro, dejando descubierto sólo sus ojos, tapando su identidad de la misma manera que en otras situaciones lo hubiese hecho un delincuente. En la entrada de la unidad había una cuadra de personas afiladas, algunas portaban el tan nombrado señor barbijo y se exponían ante las miradas de los otros sin ningún disimulo, casi con un actitud de soberbia y seguridad en su actuar.
Un día después… ya había ganado el Pro y ahora las voces de la precaución emergían desde todos los parlantes, desde todas las imágenes, se adentraban en mi casa y alertaban sobre la expansión del terrible virus. Los periodistas recomendaban no salir a lugares públicos cerrados, los médicos recorrían casi todos los programas; las personas llamaban para opinar, contar sus experiencias personales y sus miedos; las propagandas pedían tomar las precauciones necesarias para no contraer la enfermedad; los periodistas a cada rato repetían el número de víctimas, contaban los muertos como goles; mientras tanto la presidente pedía calma… todas esas voces públicas entraron en mi casa el último mes de julio, pero esas voces también se unían a las más cercanas, las de conocidos que por teléfono, chat, mails, a penas saludaban, me hacían algún comentario sobre la terrible gripe… Todos parecíamos unidos con un mismo tema, algunos más trágicos, otros más irónicos, pero casi todos hablaban de lo mismo. Escuché, hablé, comenté, me lavé las manos 24 veces al día, dejé las ventanas abiertas, compré alcohol en gel y desinfectante, no salí a ningún lugar público y cerrado… mientras tanto seguí con la radio prendida. A los pocos días de estar prácticamente encerrada, como cumpliendo mi auto-arresto domiciliario, decidí callar todas esas voces que entraban en mi casa y me trasladé hacia lo incierto que se encontraba afuera con la intención de recuperar un poco de libertad en mis movimientos y en mis decisiones. En las calles había más tranquilidad que adentro, no se escuchaba a nadie hablando, habían pocos autos y pocas personas caminando, alguna que otra se me cruzaba por el camino, pero distante. Cuando me encontré con un amigo me miro como que si fuera una desconocida, analizándome y a la vez poniendo un límite de distancia, parecía como si fuera una criminal con un arma…



viernes, 3 de julio de 2009

La cuadra de la locura

Querida abuela:

No sé si te habrás enterado… Hace tres días, cuando regresé de la facultad, encendí el televisor y observé lo cercano de mi cotidianidad, de mi barrio, plasmado en esas imágenes múltiples y movibles que eran transmitidas para todo el país. Pero había una diferencia, en esas cuadras que yo comúnmente transito, que quedan a pocas de mi casa, había algo particular: no solo por ser enfocadas por el gran ojo acristalado, sino porque había policías por toda la cuadra buscando huellas, peatones detenidos en su caminar con los ojos absortos buscando explicaciones, y en suelo, frente al Banco Frances de la avenida Cabildo, el color rojo derramado, mezclado con fragmentos de vidrios rotos, buscando… quién sabe, qué quería la locura. Los vecinos cuando se enteraron, se acercaron al lugar, de pronto los pocos que miraban eran cientos que reclamaban furiosos, como queriendo buscar venganza a través de sus pedidos de justicia y seguridad.
Hoy pasé por ese mismo lugar, la verdad es que sentía miedo que me pasara lo mismo, pero quería observar y caminar por donde ese pobre inocente caminó y dio sus últimos pasos. Allí, en frente de aquel banco todavía estaba presente la tristeza y el dolor: unas velas blancas, apagadas, y unas rosas rojas tiradas eran como la presencia de su joven alma, robada, y su sangre injustamente derramada.
Querida abuela, muchas veces me pregunté como tu vida no entendió nunca vivir en otro lugar que no sea el campo, ahora te entiendo… luego de ver y transitar con temor por de la cuadra de la locura.

¿Quién fue ese "puto lindo"?


Fernando Peña no era sólo el intérprete de diez personas. Peña llevaba las voces, pensamientos y sentimientos de diez tipos de ciudadanos a la mayoría de la gente, ciudadanos de los cuales, muchos, son excluidos y no escuchados, discriminados. Reunía la crítica con el arte, la inteligencia con la imaginación, mezclaba la información con el entretenimiento y el humor. Escuchaba la diferencia, para luego expresarla en la radio a través de la actuación perfecta de sus personajes, tan perfecta que a muchos confundió e hizo creer que no eran personajes ficticios, sino personas reales... Él no era solo un actor que interpretaba a diez personas, el era un analista de la sociedad (y para la sociedad), de la discriminación, de la injusticia, que posibilitó escuchar al otro y reconocerse en los demás. Era el que llevaba el silencio a las palabras y el decir… el que no ocultaba nada, reuniendo la inteligencia con el humor y con el gusto estético de la mayoría.

martes, 9 de junio de 2009

La Ironía de Hoy


Todos hablan de lo mismo, miles de personas se unen y comparten el mismo tema de conversación… un país con charla de ascensor. Ciertos hechos sociales quedan ocultos, son dejados a un lado, velados detrás de ese electrónico imán comercial que atrae la mirada, el cuerpo inmóvil, la acción postergada.
Hoy el “show” se hace presente, nuevamente, 20 veces... Comienza su temática de la alegría, las de las sonrisas compartidas: las de esos pocos que nos apuntan con su mirada pintada, como que si nos estuviesen observando y haciendo partícipes de aquella simuladora felicidad abstracta, y las nuestras, de millones, quienes apuntamos nuestra mirada desnuda, sincera, que realmente observa y queda desprotegida ante la mentira fingida…
Hoy se burlan de la política y la burla se hace protagonista. Se entretiene a la gente para darle un poco de alegría y mientras tanto se la tiene, detiene, dentro de sus gigantescos puños oprimidos. La personas hablan y su hablar cada vez se parece más al eco de un sonido repetido que no dice nada, que solo calla. Gente, de todas clases, que discute sobre él y él solo acumula las palabras de los otros desconocidos en sus profundos bolsillos.
Hoy se dice lo que vende, solo importa los números del rating, y lo que vende se impone, arrasando a lo demás como una temible e imponente topadora.
Hoy su público se satisface con la burla caricaturesca de quienes los gobiernan, se conforma tan solo con eso. Mientras tanto se piensa a sí mismo como el vivo que se ríe de los tontos, los ridiculizados, cuando lamentablemente esos considerados tontos son los que deciden por los inocentes, creídos “vivos”.